6 de agosto de 2013
Hipódromo de Monterrico, Lima - Perú
Algo que me ha llamado mucho la atención en estos meses del año, son los dimes y diretes publicados en revistas hípicas sobre ciertos excesos cometidos, por no decir otro adjetivo hasta tener pruebas fehacientes de los hechos denunciados, tales como jalar caballos, doparlos para que corran más y mejor, entre otros, pero lo que también está sonando en el ambiente hípico de Monterrico es el caso de la mutualista de los Profesionales del Turf en que resulta que ahora hay dos presidentes y están disputándose la gubernatura y que a la fecha no hay una solución. Me llama mucho la atención cuando mencionan la palabra “PROFESIONALES” y sin desmerecer a nadie, pero en el concepto básico podemos decir que un profesional es aquella persona que ejerce una profesión el cual requiere de conocimientos formales y especializados, para ello se debe cursar estudios que por lo general son terciarios o universitarios, y claro, lógicamente tener un título que lo avale en sus conocimientos e idoneidad. Algo que también se señala, es que un profesional debe tener una capacidad de autorregulación, espíritu de servicio a su comunidad y elevadas normas de ética. Con esta última frase hago un alto: Ética, no es nada más que actuar con principios de moralidad, lo cual encierra también a la palabra dignidad y así podríamos pasarnos todo el año hablando del cómo ser un verdadero profesional.
La hípica encierra mucho dinero de por medio, con clásicos que pagan premios que a más de uno les gustaría tener en sus arcas (salvando las distancias con premios de otros países), pero cuando la competencia se vuelve desleal y los poderosos e influyentes se ciegan en la avaricia, desgreñamos la buenas actuaciones y buscamos la manera de obtener ciertas ganancias ilícitamente. Entonces ¿Cómo podemos hablar de profesionales sin ética, sin moral?
Cuando uno ve las carreras desde afuera, como un simple espectador, un apostador o un amante del deporte equino, muchas veces no nos percatamos de todo lo que envuelve el desarrollo de esta actividad, pero basta leer ciertas notas de prensa llenas de suspicacias y sin pruebas irrefutables, para dar rienda suelta a nuestra morbosa imaginación y, empiezan las historias de que fulano y zutano son tal para cual; por un lado hablan de que tal o cual jinete no le quiso ganar al otro porque es amigo del preparador rival y otros de que porque recibió una coima bajo amenazas, debió jalar a su caballo. Por un lado piden garantías, por otro hablan de artimañas para no convocar a todas las personas involucradas en ciertos hechos delictivos (sin confirmar), realizando artificios judiciales, con amenazas y demás nomenclaturas jurídicas, nombrando representantes legales por un lado y exigiendo rectificaciones por otro.
Ahora díganme si no han escuchado también, de que, para que un aprendiz pueda salir a competir al extranjero, primero debe pagar una suma de US$50,000 dólares americanos a la institución del Jockey Club del Perú (Escuela), por derecho de enseñanza, obligándolo de esta forma a que se quede a competir con los ya renombrados jinetes de surco, muchas veces mendigando alguna monta, suprimiendo sus derechos al libre derecho al trabajo. Según mencionaba un preparador, esto se suscitó porque un propietario se quejó de que no podía contar con buenos jinetes para sus caballos ya que estos se iban al extranjero, así que debían impedir este hecho. O pagan o se quedan mínimo 2 años corriendo en Monterrico. Pese a que esta obligación data por un acuerdo de directorio desde marzo del 2012 y nunca habiendo firmado ningún documento de aceptación por parte de los alumnos, las redes sociales hablan mucho de este tema y que por este motivo nuestros grandes representantes látigos peruanos que realizan campaña es el extranjero, se han negado en venir al Perú a correr, hasta que este hecho sea esclarecido. Obviamente este hecho ha llegado a los oídos de los representantes de jinetes en USA y por ello han decidido llevar jinetes panameños. Pregunto ¿Qué pasaría si las autoridades hípicas mundiales encuentran que es verdad este hecho?... por conversaciones con peruanos que radican en el extranjero y por colegas de otros países, en ninguna parte del mundo se le cobra al aprendiz por salir de su país de origen para que pueda correr en el extranjero. Si bien los aprendices deben pagar por los 2 años de enseñanza básica en la escuela, junto con su manutención, señores, ni en la universidad de lima con carreras de 5 años pagas US$50,000 Dólares y si así lo fuera…
Si bien nuestra hípica atravesó momentos muy duros, hoy en día nos encontramos en acenso, pero si no cuidamos la casa y no sacamos las caretas a aquellos que realmente le hacen daño al espectáculo, entonces nos vendremos nuevamente en picada. Las instituciones quedan y los hombres pasan…Todos dejaremos de existir en algún momento, la muerte es nuestra única aliada que nunca nos abandonara, no esperemos que pase este último hecho sin realmente hacer algo por que nuestra situación mejore. Si hay que debamos denunciar, pues no tengamos miedo en hacerlo, pero no seamos como aquellos que tiran la piedra y esconden la mano.
Adenda: Según
se señala en el reglamento de carreras modificado y aprobado por el directorio del Jockey Club del Perú el 19 de
marzo del 2012, se indica:
Artículo 251, inciso a) Quienes egresen de la
Escuela de Jockeys, asumen el compromiso de actuar en el Hipódromo de
Monterrico o en otros hipódromos del Perú, por un mínimo de 3 años, contados a
partir de la fecha de otorgada la patente provisional de aprendiz. Si este
compromiso fuera incumplido, para ejercer la profesión en un hipódromo
extranjero, el infractor quedará obligado a pagar al Jockey Club del Perú, la
suma de Cincuenta Mil Dólares americanos (US$ 50,000) al contado, o su
equivalente en moneda nacional, como compensación por los gastos efectuados por
la Escuela de Jockeys en su capacitación profesional. (Fuente: El Informativo Hípico).
Saquemos nuestra calculadora:
US$50,000 x 2.79 (T.C.)= S/.139,500.00 nuevos soles. Ahora ¿Cuantas carreras deberá
ganar un aprendiz para poder pagar la suma indicada y no anclarse 3 años en el
Perú? Vamos, es matemática elemental.
Por: Esteban Gagliardi
Foto: Gigi Linares |
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