Madrid, 28 de junio de 2021
Nos encontramos con un gran amigo Julio Velásquez Barrrera,
nuestro látigo peruano que se ha convertido en un trotamundos. Si bien su estatura siempre le jugaba en contra para la profesión de jockey, esto nunca lo amilano y siempre supo aprovechar las oportunidades que se le presentaron en el camino.
Luego de una temporada por los hipódromos de Argentina, donde estuvo corriendo en los Hipódromos de San Isidro y de Palermo, llegando a ganar una carrera en éste último, regresó al Perú para seguir campaña en los Hipódromos de Arequipa y Monterrico; luego vuelve a viajar esta vez a Guayaquil, Ecuador, para correr en el Hipódromo Miguel Salem Dibo.
Julio nos comenta que los contactos son muy importantes, lo que le valió recibir la invitación del preparador Jesús López, entrenador en el Hipódromo de la Zarzuela, en la ciudad de Madrid, España. Así, en febrero del 2017 viaja a Europa, pensando quedarse únicamente por unos 15 días; sin embargo, ya lleva 4 años en España.
Llegó a trabajar como jockey en la Zarzuela y como monta libre ha trabajado con varios entrenadores entre ellos el peruano Rafael Huayas.
- ¿Julio, al darse la pandemia por el covid, de qué manera te afectó esta situación?
- Si bien el Hipódromo estuvo cerrado, esta situación no me afectó mucho, ya que al ser contratado, pude seguir recibiendo mis ingresos y apenas abrieron el Hipódromo, pude firmar varias montas, debido a que los jockey's de la comunidad europea no podían ingresar al país, por estar cerradas las fronteras.
En estos últimos meses Julio Velásquez ha estado alternando entre el Hipódromo de La Zarzuela y el Hipódromo de San Sebastián, donde se corre un día a la semana respectivamente.
Sin embargo, la mala fortuna lo ha bajado de la silla desde el 12 de junio, por lo menos unos tres meses, debido a que sufrió un accidente a caballo.
- Cuéntanos Julio ¿cómo así te accidentaste?
- Me encontraba trabajando un potro que recién ingresaba a la pista para sus primeros trabajos, pero éste al asustarse con algo, pese a que lo estuve controlando, puso nerviosa a una yegua que al pasar por nuestro lado termina pateando a mi potro, con tan buena puntería que me da en mi pierna izquierda, fisurándome la rodilla y la tibia.
Nos comenta además que, lo importante de tener un seguro en esta actividad, más aún, por trabajar en España, es que el seguro no sólo corre con los gastos de curación, sino que también, al estar en situación de para, el trabajador accidentado o por enfermedad, seguirá recibiendo su sueldo íntegro, hasta su recuperación.
Aunque la victoria le ha sido esquiva en la Zarzuela, siempre estuvo figurando en el marcador, por lo que mantiene una buena actitud al tope, siendo muy competitiva las actuaciones de los profesionales del Turf.
- ¿Qué diferencias nos puedes comentar, en relación con Monterrico (Perú)?
- Una de las cosas que más resalta en esta parte del mundo, es el número de golpes que debes dar con la Huasca (Fuete), el cual no debe superar los 6 golpes. De lo contrario recibes una multa de 100 euros, los cuales ya me tocó pagar en su momento. (Risas a más no poder).
- Otra característica es que aquí no existe la labor del variador, uno mismo debe ensillar su caballo, trabajarlo y luego caminarlo. Es totalmente distinto a lo que acostumbramos en Perú.
No podíamos terminar esta
entrevista sin que habláramos de nuestro amigo Juan Eugenio Enríquez y el fatal desenlace que sufrió.
Julio recuerda que sintió mucho la pérdida de su gran amigo, con quien caminaron mucho tiempo juntos.
- Juan Eugenio no se ha ido, lo llevó en el corazón.
Por Esteban Gagliardi Erausquin
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