miércoles, 19 de marzo de 2014

¿UNA BATALLA O UNA CARRERA? CLÁSICO LATINOAMERICANO

Lima, 19 de marzo de 2014
Hipódromo de Monterrico – Perú
No Siempre Se Gana, No Siempre Se Pierde
El Clásico más esperado del año es sin lugar a dudas el Clásico Gran Premio Latinoamericano, que año a año, deja escrito en la historia los nombres del binomio ganador. Ya son 30 ediciones de esta carrera de nivel internacional y ya van 8 trofeos los ganados por Perú, cinco de los cuales fueron disputados en nuestra patria, manteniéndonos invictos.
Mucho se ha hablado de los viajes y las peripecias que sufren los equipos equinos cada vez que viajan a un país para poder competir, se habla de abusos en las aerolíneas, quienes no respetan el itinerario ofrecido, se habla de los operarios de aduanas, quienes no realizan un trabajo ejemplar, sin agilizar los trámites o no teniendo los documentos requeridos para el desembarco de los ATLETAS EQUINOS. Se habló del transporte de los caballos, desde el Aeropuerto al hipódromo, en camiones preparados para llevar ganado (según palabras textuales de la delegación uruguaya), que dividían con PALOS, la ubicación de cada caballo, quienes al viajar de costado, podrían sufrir serios golpes en las costillas, y/o patearse con el ejemplar de al lado. He leído menciones sobre el patriotismo y comentarios que indicaban que LA CASA SE RESPETA, como si viviéramos un campeonato de futbol o hacemos mera mención a la serie cómica Al Fondo Hay Sitio, con esta frase ya trillada por muchos, quienes se muestran como hípicos y al final, les aflora más el sentimiento patrio defendiendo lo que no necesita defensa, y con ello también emulo a los críticos extranjeros, que también manifestaron sus molestias e indignaciones por lo vivido.
Lo colosal de todo, es que todos tienen razón y todos se equivocan también, y si hay algo en que no estoy de acuerdo, es que se diga que en el Perú se haya dejado en el camino la tradición del Turf, una tradición de caballeros.  Esta sola declaración me indigna pues siento que fue escrita con cierta falta de caballerosidad, pues envuelve a todos y como siempre, nunca apunta al verdadero culpable, amén de que podría entenderse que hay un cierto aire de fastidio por no haber siquiera agarrado un marcador.
Se habló también de que los caballos no contaban con agua ni alimentos y que se tuvo que recurrir a un auxilio encabezado por un propietario peruano, del cual no lo nombramos, pues no hemos confirmado su participación, pero al cual, le estamos muy agradecidos por tan humana acción. A decir verdad, sobre el tema, si bien las delegaciones estaban prohibidas en traer alimentos, me parece que debería revisarse esta prohibición, pues ocurrió lo mismo con la delegación peruana que viajo a fines de año a Argentina y también fueron prohibidos de llevar sus alforjas. Por el bien de los caballos, los Hipódromos organizados, deberán analizar este punto que es muy serio y va en desmedro de nuestros amigos los caballos, como diría nuestro recordado ROBALCA.
Otro tema que se habló mucho, fue sobre la pista de carreras, que se mostró muy pesada para el día del latino, cabe indicar que esta situación va en desmedro de nuestros propios ejemplares. Por dar un ejemplo, ese mismo día se sintió una yegua del Stud Manning en una de las condicionales de la tarde, entonces la pista de carreras es también para nosotros un problema, y no particular para los participantes extranjeros, sino, un problema general para toda la población equina de Monterrico y por ende, para todos sus propietarios. La pista nos preocupa a todos y ya se está buscando una solución con expertos extranjeros.
He leído también que seremos los eternos ganadores de los futuros latinoamericanos, pues entre la pista y los “Malos Tratos” que algunos medios afirman que recibieron las delegaciones extranjeras, estas ya no querrían volver a participar en nuestro Hipódromo.
No estoy de acuerdo tampoco en que se nos quiera insultar a nuestra inteligencia, manifestando que nuestro turf y nuestra querida gente, no merecíamos este tipo de espectáculo, luego de indicar con cierto enfado, que la caballerosidad se nos quedó por el camino.  ¿En qué quedamos entonces?
Hay muchos comentarios también sobre el tema de la organización integrada por personal del Jockey Club del Perú, encargados de la organización del evento y de velar por las comodidades ofrecidas a nuestros visitantes, en donde directamente el Gerente del hipódromo, estuvo supervisando las instalaciones, claro, toda vez que ya estaban instalados. Creo que muchos no se han dado cuenta, o no quieren darse cuenta de que el Jockey Club del Perú, funciona como si fuera un ministerio publico…pero de los años 70, en que todo funcionaba con la llamada del excelentísimo Señor Chantada.
Se denuncia de que los organizadores debieron estar pendientes de la llegada de todas las delegaciones extranjeras, para que no sufran apuros, tanto con las documentaciones como con los alimentos y el transporte; Yo denuncio: ¿Dónde estuvieron todos aquellos expertos de la Hípica, que ya habiendo tenido experiencia en viajes internacionales no comentaron o publicaron advertencias  de esta índole? Es que caemos en lo mismo siempre, es más fácil criticar lo que se hiso mal, indicar lo que no se hiso y denunciar lo que debieron hacer.
Si vamos a seguir con esta actitud, pues ya no veremos más carreras de caballos, sino más bien, carreras y peleas de cangrejos, para lo cual sería bueno se den un paseíto por las playas del sur de Lima, para que se despejen un poquito de la burbuja en que podemos caer.
¿Qué HACER?
Lo primero que debemos de hacer, es dejarnos de atacar y de acusar, y preocupémonos de buscar soluciones en mérito de nuestros amigos los caballos, y no en gracia de los que pueden porque tienen. Si en Europa el caballo viaja con su propio pasaporte sin demoras, sin escalas, sin prohibiciones de alimentos, entonces ya es tiempo de que demos un paso adelante y promovamos una ley que impulse el desarrollo en el deporte ecuestre, y pongámonos de acuerdo con los países integrantes de la OSAF, para en conjunto, logremos que los países integrantes reconozcan como un atleta al caballo que compite en nombre de su nación.
Que cada carrera internacional cuente con un equipo de comisarios de confiada reputación, siendo conformada por un representante de cada País participante, que cada delegación viaje con su propia comida para sus caballos (¿cuál sería la diferencia?), que cada caballo cuente con un parador de su país de origen y que al igual que los comisarios, los jueces (Starter) de partida, sean también integrados por personal debidamente capacitados y con una trayectoria ejemplar. Que haya más facilidades para que los caballos conozcan el partidor eléctrico, el padock, y sobre todo, el camino a tribunas para su respectivo ensillado, en donde más de un ejemplar, se mostraba alterado y nervioso.
Hay que tomar nota de todo lo malo para poder resolverlo y dejemos en claro que en el Perú, hay Caballeros pero también caballos y termino con una frase que me la dio Don Sabino Arias: “Yo no entreno caballos para vender…En el Perú, entrenamos caballos para correr”.


Por: Esteban Gagliardi 

Foto: Esteban Gagliardi

2 comentarios:

  1. 100 % de acuerdo. Articulo muy bien escrito!!

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  2. Gracias Don Fernando Rodriguez, esperemos que todo mejore no solo en Perú, sino también, en los países hermanos.

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