El Mirador Hípico Peruano: Clásico Independencia 2016: Elbachaussee y La Gran Revancha

El Mirador Hípico Peruano

Monterrico 29 de julio de 2016

Todo era expectativa, todo era multitud, todo era seguridad, todo era pasión y más aún, todo era competencia desde la mejor posición para nuestro lente, como la mejor posición para ver en primera fila, una carrera que concitó muchas esperanzas de ver ganar al mejor caballo del fondo. Nos referimos al Hijo de Awesome Twist en Ikea por Combsway…. Si señores Elchaussee para todo el mundo.

Seis luchadores se presentaban para el clásico más importante del aniversario patrio, pero solo uno llevaba de apellido Guerrero y solo él tendría sobre su lomo al ahora solitario líder de las estadísticas Carlos Trujillo Crisóstomo.

Las gateras bramaron y hubo sordas tempestades, las inmensas localidades de aplausos se agitaron. Solo Trujillo era el llamado a ser el jinete de fusta y ciencia, solo él podría dominar, del caballo su conciencia. Rezagado y fiel a su estilo, en dos partes el lote fue dividido, Street Lolo llevaba la delantera mientras Kingdom Road lo perseguiría desde la gatera. Más atrás quedaban Rubirosa tan potente y firme, que junto con Alcindoro y Look Strike, relegaban a Elbchausse el invencible.

Y así se mantuvo la recta del frente, no se sacaba todavía ningún lente, solo atentos todos a la pantalla gigante, a la espera de que pasara por delante, el mejor de la temporada. El alto parlante anunciaba un movimiento de caballería, y es que aunque la patria se hiciera a caballo, solo uno el triunfador seria. Street Lolo con elocuaz contundencia, dejaba atrás a su fiel perseguidor y se enfrascaría en una batalla sin igual y sin metralla. Solo cascos reventaban la arena, solo latidos se escuchaban en mi pecho, y es que fue tal el hecho, que los gritos de las más de tres mil almas, entonaban el himno de la hípica…. “No te pares viejito lindo”.

La defensa fue férrea, pero el ataque fue más que contundente y no es que lo diga por demente, pero que carrera señores, que carrera. Poco a poco fue tomando fuerza un ataque frontal por la meta, cual sable desenvainado, cada jinete con su fusta, emprendía la feroz fuga. Desde los 300 metros que los separaban de la gloria, lucharon y se enfrascaron de tal manera, que no dejaban en la historia, ni un milímetro siquiera. Miguel Vilcarima se aferraba con fuerza, Carlos Trujillo no demostraba piedad y viendo la Gloria en sus ojos, palmo a palmo fue avanzando sin dejar nada al azar, pegando y mandando, gritando y avivando, dos hermosos ejemplares que nacidos para correr, su consigna era a su rival vencer.

Tan estrecha y palpitante fue la llegada que al grito de victoria, se sumó al Stud Diego Enrique la gloria, que con un sabio llamado Sabino… de Arias su linaje vino. Dos minutos duro la batalla con treintaidos segundos la agonía y apenas noventaiocho milésimas de rima, para decir Misión Cumplida.

Por: Esteban Gagliardi Erausquin