15 de junio de 2013
Hipódromo de Monterrico, Lima – Perú
Una veintena
de opciones y las revistas hípicas de la semana se habían enfrascado en una
pugna por dar con el ganador de la tarde; jamás se había visto tantos potros en
un selectos, señal de que estamos avanzando, de que la crianza en el Perú está
creciendo, pese a todo, pese a que grandes caballerizas ven por conveniente
comprar en el extranjero aprovechando la poca demanda y los precios bajos de caballos
con grandes pergaminos. Dos partidores habrían de funcionar a la perfección, al
unísono para que el espectáculo sea de los mejores. 1400mt en arena que muda
esperaba el paso gallardo de los machos jóvenes, forjadores de futuras y grandes
hazañas; estaríamos viendo acaso el paso de un futuro crack de las pistas de Monterrico.
El Canter:
Uno a uno iban
saliendo en fila india los protagonistas del cotejo, de rojo su vareadores y
con su número en el pecho y en la espalda, presentaban a sus potros que mes a
mes estuvieron cuidando y alimentando atentos a las indicaciones de cada uno de
sus preparadores por tener un mejor resultado o redituar sus carreras ganadas
en la previa. No acababan de salir y la fila era inmensa, foto a foto se fue
registrando la presentación en sociedad y pese a que Al Fondo Hay Sitio en esta
arena de competencia, ya debíamos salir del camino de los que ya podían dirigirse
a su partidor.
La Espera del Inicio:
El juez de la
partida daba las indicaciones para que todos los participantes fueran entrando
a la gatera, unos más rápidos que otros, algunos más inquietos y gallardos,
empeñados en imponer sus condiciones haciendo caso omiso a la fusta y a las
exigencias de sus paradores.
Las Cartas Echadas:
Una luz roja
oscilaba en la gatera al momento en que un chasquido como un látigo entre los fierros
se hacía escuchar, una chicharra sonaba y los gritos de arreo desenfrenado
volaban por los aires para arremeter en la conciencia de sus parados, y que estos
emprendan la huida dirigida por sus jinetes, quienes ante el numeroso lote debían
evitar los estorbos y cambiar de línea hacia los palos toda vez que su exigido
se lo permitía.
En Tribunas:
La tribuna de
socios concitaba mucha expectativa, muchos caballeros de traje y corbata y muchísimas
y hermosas mujeres con sus vestidos de gala, chasqueaban sus dedos y coreaban
los nombres de sus caballos. La tribuna de primera se entremezclaba con los
infaltables timberos y los expertos burreros que desde sus asientos habían vaticinado
quien podría ser el ganador de la tarde de los selectos.
Desarrollo:
El comando del
lote recayó sobre Tigioti quien aprovechando sus ligerezas y el cajón número
dos, se aferró de los palos y saco ventaja sobre el resto de los contrincantes
que pugnaban por un grano de arena interna. Tigioti Fue seguido por El Ciclope
quien su solo ojo le había puesto en la mira, para adelantar a su anterior
vencedor El Bucanero y el Favorito Full de Reyes. Esta sería la revancha de
quien mitológicamente llego a Monterrico a dar fe de su nombre y dejar en la
historia de surco el buen desempeño logrado por su jinete Víctor Fernández
quien nunca se amilano y se mantuvo de escolta del puntero a la expectativa de
poder sacar ventaja de sus condiciones.
Ya al entrar a
la tierra final El ciclope toma posiciones y Víctor Exige obediencia a su
binomio y enfila con la vista puesta en el final, hacia el disco, hacia el
espejo, que mudo testigo de grandes hazañas, reflejaría una vez más el triunfo
de un futuro Crack. Full de Reyes acordándose de que ya antes había vencido a
su nuevo puntero fue en busca de su rival y es así que Iván Quispe quien nunca
desentona con los colores del Altamar, logra tomar ventaja cerca de los palos, tornándose
nuevamente en un ajustado duelo de campeones mitológicos. El Asar con Full de
Reyes (Flanders Fields) y la mitología con El Ciclope (Pegasus
Wind) se enfrentaron cara a cara, fusta a
fusta, remo a remo y con apenas medio cuerpo de ventaja El Ciclope logra
remontar la batalla para cruzar el disco y llevarse los laureles para su Stud
Jet Set, ante la atenta mirada de su rival.
El Lote:
Seria inalcanzable
las líneas para detallar el batallar de cada ejemplar, pero cabe resaltar una
vez más, los acostumbrados remates de casi 150mt de distancia con la que avanzo
ángel Siguas en la conducción de Siete de Fuego (Islam), quien se quedó con el
tercer lugar a 1¼ cuerpos, también para los colores del Stud Jet Set y cierra
la tabla El Matón (Apprentice).
El
Ciclope es un castaño
de 2 años hijo de Pegasus Wind y Calatayud (Stallion) peruano nacido en el Haras Alydar y defendió los colores del Stud Jet Set. El líder Juan Suárez presentó en gran forma al conducido
por Víctor Fernández quien se lució en sus controles. Esta
fue la 1ra. Victoria en 2 actuaciones y totaliza hasta el momento S/. 229,456 en premios. La marca para la
distancia fue de 1´26”88
pagando S/. 21.30 nuevos soles a ganador.
Por: Esteban
Gagliardi
Foto: Esteban Gagliardi |
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