domingo, 17 de octubre de 2021

¡¡¡Nuestros Amigos…Los Caballos!!!

Lunes 11 de octubre de 2021
Hipódromo de la Zarzuela, Madrid, España. 

Cinco de la mañana y la actividad hípica en el Hipódromo de La Zarzuela va tomando fuerza.
Empezamos por las camas de cada uno de los ejemplares que están bajo el cuidado y entrenamiento del ex jinete y ahora entrenador de caballos Don Alberto Carrasco. 
Primero nos centramos en una de las yeguas que están en para, hay que sacarla de su box, y llevarla a caminar dentro del corral, la cual cuenta con un paso central de arena, adecuada para el vareo. El frio está en su máxima expresión, mis manos prácticamente se me congelan, con una temperatura que bordea los 10°C.  Sin dudar un solo segundo dejo mi cámara a un lado y tomo de la jáquima (Ronzal) a la potranca y me ofrezco a caminarla. Debido a que está de para, hay que estar constantemente hablándole y dándole confianza, para que no se ponga nerviosa, a la vez que le voy acomodando la manta para que se sienta abrigada. Esta atenta a todo, mira para todos lados y sus orejas poco a poco van dando señal de relajo, no obstante, cada pasada cerca de su cuadra (Box), intenta regresar para protegerse del frio, sabiendo muy bien que al ingresar encontrara su forraje. Julio Velásquez, nuestro látigo peruano, quien sufriera hace unos meses un accidente a caballo y que lo alejara provisionalmente de las carreras, nos cuenta que poco a poco va recuperándose y gracias a las terapias de rehabilitación, cada día está más a punto, viendo cerca su reaparición. 
Julio Velasquez preparándose para se reaparición. 

Mientras sigo con el vareo, Julio se encarga de verificar que todo este correctamente en cada uno de los boxes, moviendo las camas, limpiándolas y verificando que todas tengan agua limpia y fresca. Termino de caminar a la potranca y le doy una mano a Julio y a Jefferson, sacando uno por uno a cada caballo asignado para que puedan limpiar sus boxes, mientras voy pasándoles una manta para quitarles el polvo de encima. Las camas son de paja, cada paca de paja esta alrededor de 3.50 euros y a medida que se va gastando la cama, la reponen con una de las tantas pacas. Al parecer, los caballos se encuentran muy a gusto con este tipo de cama, a la vez que, a diferencia de las camas de pajilla de arroz, estas de paja no se le quedan pegadas en el pelo del cuerpo, si es que se les ha dado por revolcarse en su box. 
Seis y treinta de la mañana y aun no vemos siquiera un rayo de luz, aquí en España nos encontramos en otoño y recién a partir de las siete y treinta de la mañana empieza a asomar el sol. Jefferson quien hace algunos años llego desde Venezuela, es quien ayuda en las labores de mantenimiento de las cuadras y también junto con Julio, se encargan de galopar a los caballos. En esta ocasión, al ser sábado 9 de octubre, recibirán la visita de tres amazonas, las que los ayudarán a mover los caballos en la pista de entrenamiento. Ellas se encargarán de llevar a los caballos a la pista de carreras, para que calienten y luego galoparlos según la indicación que les de Don Alberto Carrasco, quien se puso a la orden apenas llego a verificar que las actividades se estuvieran llevando a cabo. 
La primera en llegar es la amazona de nombre Saskia Domínguez, quien viaja cada sábado desde la ciudad de Valladolid a la ciudad de Madrid por dos horas en carretera, solo para poder disfrutar de los trabajos con los caballos de carrera. En esta ocasión había hecho una parada previa por la ciudad madrileña para recoger a una de sus compañeras, la amazona Katia Alonso-Sañudo, que, con apenas 17 años, está convencida de que pronto podrá debutar oficialmente en la pista de La Zarzuela. Ambas con una amplia trayectoria en competencias de equitación, no dejan de emocionarse cada vez que llegan a la cuadra a cumplir con las labores de un mozo de cuadra, mismas que consisten en limpiar a su caballo, ensillarlo y llevarlo a la pista. 
Katia, Julio y Jefferson en pleno trabajo. 
       Saskia y Jefferson, trabajando a sus ejemplares. 

Unos minutos mas tarde llega la tercera amazona convocada para la actividad ecuestre, se trata de Lucia Suelves, nieta de quien en vida fue el excelentísimo señor Don Beltrán Osorio y Diez de Rivera, nada menos que el décimo séptimo Duque de Alburquerque. Como podemos ver, la sangre hípica y ecuestre corre por las venas de Lucia, quien manifestó sentirse muy feliz y fascinada con los caballos, eso sí, sabe muy bien lo que es recoger la bosta y barrer la cuadra de sus caballos. 
    Lucia feliz en la pista de          carreras. 

La cultura caballar en España esta muy avanzada, y son muchos los centros ecuestres que, pese a la pandemia, funcionaron como escape a tanta mala noticia que les llegaba día a día al pueblo español. 
Don Alberto Carrasco nos indicó que el hipódromo nunca cerró sus puertas, que las carreras seguían su curso, claro una vez por semana y hasta dos veces por semana en época de verano, con un aforo reducido de poco más de 3,000 personas en las tribunas. 
Entrenador Alberto Carrasco. 

Lo que si les afecto fueron los precios de los alimentos que como en todo lugar, comenzaron a escasear. 
Primer lote a la pista, salen cuatro jinetes y en aproximadamente 20 a 25 minutos estarán llegando a la pelusse, para realizar el calentamiento requerido, allí nos dirigimos en auto y los jinetes esperaran al Don Alberto y recibir las instrucciones necesarias para que los caballos puedan llegar a su próxima carrera en buena forma. 
Apenas una camiseta de manga corta y una cazadora (casaca) me protegen de los casi 3 grados de temperatura. Siento que el frio cala mis huesos y me causan un fuerte dolor en la espalda a la altura de los riñones. Mis manos están congeladas y apenas puedo cerrar la mano, es inútil tomar alguna foto ya que todo esta oscuro, apenas y uno de los reflectores de la pista de fibra alumbra la zona de la llegada. Lejos por la tribuna, monumento histórico, están los encargados de medir los aprontes de cada ejemplar. 
Primer lote y nuevamente a la cuadra, a preparar al siguiente lote de caballos que esta ves saldrán con la luz del día. Regresamos a la cancha y esta vez con la cámara en mano nos disponemos a disparar algunas tomas a todos los caballos que se encuentran en la pista de fibra, pasando a casi 2 metros de nuestra posición. Inmediatamente me percato que la gran mayoría de los productos no están acostumbrados al lente fotográfico ni al ruido que este genera al soltar la ráfaga y su crepitar, captando en muchas de las fotos la mirada fija de estos potros hacia mi lente. 
Un fin de semana distinto y productivo para la cuadra pues obtuvo un segundo y un tercer puesto en cada una de las carreras respectivamente. Así es la Hípica, a veces se gana y a veces se pierde, pero lo importante de todo esto es, que siempre te da la revancha. Así pues, cada fin de semana visito la cuadra y les echo una mano limpiando a cada uno de los caballos, algo que solo un hípico de corazón podrá entender. Estamos lejos de casa, pero en compañía de nuestros amigos los caballos. 
     Trabajos de amanecida. 
Jinetes, Mozos de cuadra y amigos de Alberto Carrasco. 

Por: Esteban Gagliardi Erausquin